Uruguay: Museo Aeronáutico

La historia del Museo Aeronáutico tiene sus raíces en el año 1941, cuando el Coronel Jaime Maregalli inauguró una modesta sala de exhibición en el Aeródromo Militar Cap. Juan Manuel Boiso Lanza de Montevideo. Este espacio inicialmente albergaba una colección limitada de objetos personales pertenecientes a los pioneros de la aviación nacional, los cuales eran presentados al público en una vitrina.

Con el paso de los años, la relevancia y el interés por preservar la historia aeronáutica de Uruguay crecieron. En 1949, al regresar de una misión en los Estados Unidos, el Coronel Maregalli se percató de la necesidad imperante de contar con un espacio más amplio y adecuado para exhibir el valioso acervo histórico relacionado con la aviación del país.

Este deseo de ampliar las instalaciones culminó en un hito significativo el 27 de noviembre de 1952, cuando mediante una Resolución del Poder Ejecutivo se estableció una comisión especial de estudio para la creación de un museo de aviación. Esta comisión fue impulsada por la Dirección General de la Aeronáutica Militar del Ejército Nacional de Uruguay.

El impulso definitivo para la creación del museo llegó el 4 de diciembre de 1953, cuando la aviación militar se independizó del Ejército Nacional y nació la Fuerza Aérea Militar. El General Medardo R. Farías, ferviente defensor de la idea de un museo aeronáutico, contribuyó de manera significativa al autorizar la exhibición del acervo en el edificio anexo a la sede de la Fuerza Aérea, ubicada en ese entonces en la Avenida Uruguay esquina Yi, en Montevideo.

Finalmente, el 18 de agosto de 1954, se hizo realidad el anhelado sueño con la creación del Museo de Aviación, establecido oficialmente mediante la Resolución del Poder Ejecutivo N.º 14.272, y con Jaime Maregalli designado como su primer director. Sin embargo, este fue solo el comienzo de una historia de reubicaciones y expansiones.

En 1956, coincidiendo con el advenimiento de la era de los aviones a reacción en Uruguay, el museo se trasladó a la actual Base Aérea General Cesáreo Berisso, donde se recibieron y exhibieron los primeros aviones T-33. Posteriormente, en 1957, una parte de la colección se trasladó temporalmente al Palacio Municipal de Montevideo para participar en la II Exposición Aeronáutica.

La necesidad de espacio continuó siendo un desafío para el museo, y en 1959 se le otorgó la cesión de cinco pabellones de la Exposición Nacional de la Producción. Sin embargo, en 1962 se inició la construcción de una nueva sede en la Avenida Centenario y la calle José Arrieta, la cual se inauguró el 22 de septiembre de 1963.

Desafortunadamente, en 1965 el museo tuvo que cerrar temporalmente debido a planes de desarrollo urbano, pero se reubicó en el parque lindero al Cilindro Municipal, donde se convirtió en su sede definitiva hasta el año 2014.

A lo largo de su historia, el Museo Aeronáutico ha enfrentado diversos desafíos, entre ellos un trágico incendio que ocurrió el 4 de diciembre de 1997, que destruyó una parte importante de su colección, incluyendo aeronaves irremplazables como el de Havilland DH.90 Dragonfly «Churrinche» y el Potez 25, único en el mundo en conservar su estado original.

En reconocimiento a su importancia histórica y al legado de su primer director, el 17 de marzo de 1993, el Museo Aeronáutico pasó a denominarse Museo Aeronáutico Coronel (Aviador) Jaime Maregalli, mediante la Ley N.º 16.344, un tributo a su contribución en la preservación y difusión del patrimonio aeronáutico del Uruguay.